miércoles, 10 de febrero de 2010

La Recompensa Del Trabajo Bien Hecho...

En apenas unos días, Gerald Wallace disputará su primer All-Star. Será su primera presencia en el fin de semana de las estrellas, ese espectáculo, que cada vez tiene menos de seriedad, pero que contiene un valor mediático muy importante. Es el premio al trabajo bien hecho.

Con esta elección, Wallace se convierte en el primer jugador de la corta historia de los Charlotte Bobcats en disputar el All-Star. Para Wallace, será ya su novena temporada en la liga, pero sus 27 años, hacen pensar que pueda estar presente alguna vez más.

Pero para llegar hasta ahí, la carrera de Gerald Jermaine no fue fácil. A pesar de ser nombrado Mr. Basketball en su estado natal; Alabama; Wallace tuvo que esperar hasta el puesto 25 para escuchar su nombre. Su destino: Sacramento.

Y a California llegó un jugador que apenas había visto una temporada NCAA -Universidad de Alabama-, y que apenas jugo 1300 minutos en sus tres primeras temporadas en la mejor liga del mundo. Sus oportunidades fueron escasas, en un equipo donde la maquinaria funcionaba a la perfección, sin fisuras, y donde un novato que apenas había demostrado un gran potencial físico en la universidad, muy difícil iba a tener cambiar.

Por si fuera poco, competir por un puesto con jugadores de la talla de Doug Christie, Anthony Peeler, Bobby Jackson o Peja Stojakovic, no era precisamente un camino de rosas.

Con esto llegó el verano de 2004. Los Bobcats se convertían en el equipo número 30, y era hora de proteger jugadores. Sacramento decidió no hacerlo con Wallace, y Charlotte no desaprovechó el regalo.

Estaba cantado que Wallace iba a ser uno de los jugadores mas importantes en los recién nacidos Bobcats, y su impacto quedó claro. Los 11 puntos, 5.5 rebotes y 2 asistencias por partido que promedió el de Alabama, le sirvieron para firmar un generoso contrato: 2 años, 10 millones de dólares. Era el primer paso.

Con Wallace siendo la referencia del equipo, el entonces entrenador, Bernie Bickerstaff, tuvo un buen elogio hacia su jugador. "Gerald slo sabe jugar de una manera, y es efectiva. Energía ese es su juego".

Una energía que Wallace no escondía, sino todo lo contrario. Tras otras dos temporadas aún mejores, los Bobcats decidieron firmarle un contrato con dobles dígitos. El reconocimiento del equipo lo tenía, solo le quedaba salir del anonimato de la franquicia de North Caroline.

Resulta curioso enterarse del pánico que uno de los mejores dunkers de la liga, tiene pánico a volar en avión. Los vuelos que si utiliza son los que sus piernas le dan. Gracias a ellas tuvo un concurso de mates en su mano, allá por 2002, pero unas discutibles decisiones le privaron del triunfo.

Pero más curioso resulta ver como este jugador no ha formado parte nunca de ningún quinteto defensivo de la liga. Un jugador que es todo energía, que tiene un timing de salto a la altura de los mejores y posee una velocidad de manos que le permite estar siempre muy atento a los robos.

Hace unos días, cuando Bobcats y Kings se enfrentaron, Paul Westphal, le ponía como el ejemplo que sus jugadores debían tomar para crecer como jugadores en la liga, y no desesperarse porque el inicio no fuera bueno.

Si todavía no saben con quien ir en el próximo concurso de mates, les dejo un nombre: Gerald Wallace.